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Esta noche, Gustavo «Perrito» Vittori enfrenta al hondureño Harold Calderón, en Cat. Welter, en Tampa, Estados Unidos. Los combates comenzarán a las 23 horas y solo podrá verse por internet, ya que no es televisado para Argentina.

Gustavo “Perrito” Vittori está ante otra gran oportunidad de trascender las fronteras, no solo de nuestra ciudad sino a nivel internacional. En Tampa, Florida, Estados Unidos, hoy tiene un nuevo compromiso ya que estará frente al hondureño Harold Calderón (22,0 – 15ko), en una pelea encuadrada en Categoría Welter y a 10 rounds.

El horario de la pelea no fue confirmado fehacientemente, dado que forma parte de una amplia velada que hoy se lleva a cabo allí. Lo que es seguro es que no habrá televisación oficial, aunque sí iría por YouTube, mediante un link preciso que hoy se develará para aquellos que lo soliciten, aunque seguramente el mismo Vittori, más que nada Nito (su hermano) que lo acompaña, lo estarían develando a familiares y amigos este mismo sábado. La velada se desarrollará en el Auditorio Tampa.

El jueves se realizó la clásica conferencia de prensa, donde el boxeador de Concordia, que dio cómodamente el peso, se mostró tranquilo y traductor mediante se hizo escuchar y también pudo saber qué decía su rival, sentado a su izquierda y en la otra punta.

Vittori dijo que “siempre estoy preparado para pelear y vengo a ganar, porque ese es mi estilo. El (por el hondureño) debería estar preocupado porque voy a dejar todo sobre el ring y voy a hacer sentir mis manos”, expresó. Por supuesto que su rival no se la dejó pasar y expresó que el favorito es él y que “lo comprobarán en la noche del sábado”. Una conferencia donde cada uno dijo lo suyo, alentándose y también poniéndole el condimento lógico que debe tener una gran pelea.

Y Gustavo no mintió en nada, porque siempre está bien entrenado, siempre espera una oportunidad y sube totalmente dispuesto, incluso sin sobresaltos con el pesaje. Y también es cierto que deja todo sobre el ring, porque va al frente, aunque es obvio que tiene una táctica y también usa la inteligencia para estudiar al rival. Se sabe que el hondureño es duro, pero también para él el de Concordia será muy duro, por lo que avizoramos una pelea que puede darse de palo y palo durante los diez asaltos, si es que se llega al límite reglamentario pactado.

“Perrito” ha construido una seria carrera boxística, donde como en todo deporte también obtuvo sonrisas y amarguras, pero siempre la ha peleado, justamente, y no ha bajado los brazos. Insistimos, siempre ha estado cerca del gimnasio, se ha ido a radicarse, en su momento, a Colón para seguir desde allí un camino que lo lleve a conseguir un título y espera afirmar ese sueño con una buena victoria esta noche en Estados Unidos.

De todas maneras, también hay que decir que la pandemia hizo mella en su psiquis, como le ocurrió a muchos, y hace pocos días dijo: “La cuarentena me pegó feo emocionalmente. Me dejé estar y me fui a 83/84 kilos, siendo que toda mi carrera la hice en 63,500 o 66,600 kg., y mi peso normal es de 74. Así que me vi al espejo y me dije: ‘Así no puedo estar’. Hace tres meses me puse a entrenar y hoy peso 68 kg.”, se sinceró el excampeón Latino OMB superligero y Latimo CMB Welter”.

A los 31 años, Vittori, que se está entrenando con César Fernández –hijo de su entrenador de toda la vida, Victoriano, quien por su edad no asiste a las prácticas- y con el PF Federico Herrera, volverá a combatir luego casi un año de inactividad: en noviembre de 2019, en Puerto Rico, cayó por nocaut en el 9° asalto frente al local Jovanie Santiago.

Calderón, por su parte, tiene 33 años y en su carrera ya les ganó –y noqueó- a tres argentinos: Emiliano Martín García, Diego Vicente Pérez y Fabián Bzowksi; los dos primeros no son boxeadores con licencia FAB; el tercero, sí. A los tres los noqueó: en el 7°, el 1° y el 9° round, respectivamente.

Con la misma fe con la que “Perrito” encara este compromiso, la vivimos nosotros desde aquí, a muchos kilómetros de distancia. Y, claro, esperamos que su grito cruce toda América y nos llegue como una señal victoriosa, ya que está en total condición de regalarse esa alegría, y hacer lo propio con su pueblo que esperará ansioso esa buena noticia.

Fuente: Diario el Sol