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Desde UNESCO se confirmó hoy la inscripción a nivel mundial del chamamé en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras una presentación institucional de varias provincias argentinas.

Este reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de UNESCO no solo viene a dar mayor prestigio al chamamé en todo el mundo, sino también a proyectarlo y salvaguardar sus prácticas y cultura de ahora en más. Refiere más allá del género musical folklórico al conjunto de expresiones, costumbres, danza, historia y hacedores del chamamé como presencia viva y valor identitario de los pueblos.

En Entre Ríos, en Argentina y en países vecinos como Paraguay, sur de Brasil y Uruguay el chamamé es una cultura que hermana y se comparte por sobre las fronteras políticas. Así es que se ha dado en llamar a toda la región como “La Nación Chamamecera”, que desde hoy festeja este gran acontecimiento a nivel mundial.

Votó y aprobó hoy el Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de UNESCO en París, y se concreta un sueño de esta región litoral y todos los amantes del chamamé de lograr la trascendencia internacional, lo que fue llevado adelante principalmente por la gestión del Gobierno de Corrientes y las provincias del litoral argentino. Además esta iniciativa cuenta con el aval del Consejo Federal de Cultura, la cancillería Argentina y el Ministerio de Cultura de la Nación.

Celebraciones en Entre Ríos

La Secretaría de Cultura ha organizado un evento de celebración y una serie de actividades en conjunto con otras organizaciones de distintos puntos de la provincia que son parte fundamental de la historia del chamamé entrerriano. Este sábado a las 14 horas en vivo por el canal de Youtube y la cuenta de Facebook de Cultura Entre Ríos, se presenta un programa especial de dos horas con artistas, historia, personajes, danza, material de archivo y música en vivo.

Dicha propuesta se realiza en conjunto con la Municipalidad de Federal, el Festival “Cuando el Pago se hace canto”, el colectivo De Costa a Costa, el programa de tv Entre dos ríos, el Museo de la Música de Bovril, la Delegación oficial Cosquín 2019 y varios artistas chamameceros.

Antecedentes para la distinción y declaración de UNESCO
La postulación fue impulsada por la provincia de Corrientes, uno de los organizadores del Festival Nacional del Chamamé, que se transformó en uno de los eventos más importantes del calendario de festivales en enero.

Cabe destacar que Argentina inscribió ya dos candidaturas en la Lista mundial de Patrimonio intangible: la primera fue el tango como expresión cultural rioplatense. Esa candidatura fue conjunta entre Buenos Aires y Montevideo. La segunda, fue el Filete porteño, aprobada con apoyo de otros países durante la Convención de la UNESCO, celebrada en Namibia.

Dentro de las justificaciones de la postulación el informe señala que el chamamé corresponde al encuadre de Patrimonio inmaterial definido por la Unesco, entendido como los “usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que le son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”.

El chamamé fortalece valores tales como la identidad -práctica cultural compleja que se expresa tanto en la música como en la poesía y la danza, sentimiento que se canta y emoción que se baila-; la apropiación -el chamamé se transmite de generación en generación, acompaña a las personas y los grupos en su migración-; y la integración -por su localización y características culturales puede ser considerado columna vertebral del Mercosur-, porque no solo cumple una función artística y de disfrute colectivo sino que se constituye transversal a la integración regional de países hermanos.

El chamamé es una manifestación cultural que comprende un estilo de música y danza propios de la gran región guaranítica que comprende al litoral argentino y se extiende al sur del Brasil y Paraguay.

Data del siglo XVI, y existe controversia sobre su origen, ya que si existen distintas opiniones y vertientes, ninguna de ellas puede ser comprobada de forma histórica. De todas las hipótesis sobre su origen, la tesis más extendida es la del origen guaranítico. Se puede hablar de un elemento espiritual y filosófico en esta etapa inicial del chamamé, vinculado a la ceremonia sagrada de los avá guaraní en la que participa toda la comunidad. Se desarrolla entre danzas y música de las mbaraka (maracas, usadas por los hombres) y takuapu (bastón rítmico de uso femenino), alternadas con sermones del chamán. El objetivo es fortalecer los vínculos entre los seres divinos y los miembros de la comunidad, es un momento de síntesis de todos los aspectos de la cultura avá guaraní. En la actualidad el chamamé sigue teniendo en su música y en su cotidianidad un fuerte componente ritual. Es la memoria colectiva, y a la vez rito, celebración, fiesta y alegría.

Preservación del “patrimonio vivo”

El patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación.

El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos.

La Convención de la UNESCO de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial tiene como objetivo la conservación de este frágil patrimonio; también pretende asegurar su viabilidad y optimizar su potencial para el desarrollo sostenible. Brinda su apoyo en este ámbito a los Estados Miembros mediante la promoción de la cooperación internacional para la salvaguardia, y estableciendo marcos institucionales y profesionales favorables a la preservación sostenible de este patrimonio vivo