Desde el Tiro Federal, recorría las calles de Concordia, junto al joven y fiel escudero, Fito Galli, también fallecido, realizando improvisadas reuniones callejeras y repartiendo volantes con consignas políticas.
También formó parte de la Comisión de Inundados de la zona Sur, mucho antes de que se realizara la Defensa. Fue el incansable militante de pelear por viviendas para familias que padecían desde muchos años los avatares de la crecida del río Uruguay. Hasta le supo arrancar al Presidente Menem cuando visitó nuestra ciudad el sí para la construcción de más viviendas.
Fue el creador de la “Embajada Solidaria” que hacía colectas para los sectores más postergados de la sociedad.
Su participación en política lo llevó a crear la llamada “Lista 222”, con la que intentó competir, sin éxito, en instancias internas. Ese nombre, “Lista 222”, fue estampado por Miguel en cuanta pared, muro e incluso en puertas de baños de estaciones de servicios en varias rutas de la provincia.
Los últimos años no fueron fáciles para Miguel. Una pena lo atormentó durante muchos años, cuando uno de sus hijos murió ahogado en el conocido Lavadero de Jaulas, hoy convertido en mirador. Luego otro hecho le arrancó a otro de los suyos.
“Vivo el día y regalado. No me importa mi estado de salud. Estoy entregado. Me quiero ir”, fue una de sus frases.