Consumo seguro durante Semana Santa
Semana Santa: cómo elegir pescado fresco y seguro según el Senasa

En vísperas de Semana Santa, cuando se incrementa el consumo de pescados y mariscos en todo el país, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) difundió una serie de recomendaciones para adquirir y consumir estos alimentos de forma segura.
Estos productos son altamente nutritivos, ricos en proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos beneficiosos, pero requieren ciertos cuidados en su manipulación y conservación para evitar riesgos a la salud.
Al comprar pescado fresco, prestá atención a:
Piel: debe tener colores vivos, tornasolados y sin decoloraciones.
Ojos: brillantes, salientes y con pupila negra. Ojos hundidos, grises o viscosos indican deterioro.
Carne: firme, translúcida y de superficie lisa. Nunca flácida, opaca o rugosa.
Agallas: deben estar rojas. Si son grises o negruzcas, el pescado no es fresco.
Columna vertebral: debe estar firmemente adherida a los músculos.
Sangre: de color rojo brillante. Un tono marrón es signo de descomposición.
En el caso de mariscos y productos derivados:
Camarones y langostinos: deben tener color amarronado-violáceo (crudos) o rojo intenso (cocidos). Olor desagradable, manchas negras o desprendimiento de la cabeza indican mal estado.
Calamares: piel suave, húmeda y sin manchas extrañas. Ojos vivos y musculatura elástica.
Productos enlatados: revisar que los envases no estén abollados, oxidados ni hinchados. Verificar vencimiento y procedencia.
¿Qué observar en los comercios?
Locales limpios, sin olores desagradables.
El agua de deshielo debe escurrir correctamente.
Los pescados no deben estar amontonados.
El pescado fresco no debería oler mal: ese es un indicio claro de descomposición.
Conservación y cocción en casa
Mantener la cadena de frío desde la compra hasta el hogar.
Conservar en la heladera en envases cerrados, preferentemente en los estantes más bajos.
No descongelar y volver a congelar.
Almacenar por un máximo de 2 días en la heladera (0 °C a 4 °C) o hasta 3 meses en freezer (-18 °C).
Evitar descongelar a temperatura ambiente.
Cocinar completamente y consumir cuanto antes una vez preparados.
El Senasa supervisa las condiciones higiénico-sanitarias en los establecimientos donde se procesan productos de la pesca y acuicultura, y realiza análisis periódicos para descartar contaminantes, histamina, biotoxinas o patógenos, lo que garantiza la inocuidad de los alimentos.